Desde la entrada en crisis del sistema público, iniciar un plan de pensiones y prepararse para la jubilación es un nuevo objetivo para toda la población. La población activa es la que mediante sus aportaciones, financia las pensiones de los jubilados. Pero con el porcentaje tan alto de paro, es más que probable que dentro de unos años no haya suficiente dinero para los futuros jubilados. El aumento de nuestra esperanza de vida, ,es decir aumento de años como jubilados, hace tan importante comenzar a planificar tu futuro como pensionista. La simple previsión de la vejez y de nuestro futuro son razones muy importantes para comenzar a ahorrar.
Una de las razones para contratar un plan de pensiones es que es el complemento ideal a la jubilación pública, ya que con la reforma de las pensiones y la jubilación a los 67 años, es razonable considerar que unos ahorros extras no le vienen mal a nadie para poder continuar con el nivel de vida que llevábamos hasta el momento. La idea de tener un plan de pensiones se basa en poder tener la misma calidad de vida como jubilados que como trabajadores activos.
Otra razón para contratar un plan de pensiones es su atractivo fiscal. Muchos optan por esta forma de proteger sus ahorros mirando al futuro ya que te puedes obtner un importante ahorro en el IRPF. Desde el punto de vista práctico el actual modelo público no es sostenible. Según la opinión de numerosos expertos, el modelo público actual de pensiones tiende a ser insostenible a largo plazo, debiéndose realizar profundas reformas al respecto, entre las que se incluyen la complementariedad de los planes de pensiones privados de forma necesaria.
Comenzar con un plan de pensiones
Un buen comienzo puede ser, el ahorro de una pequeña cantidad mes a mes. Lo veríamos como una cantidad fija mensual que tendríamos que añadir a nuestros otros gastos como la hipoteca, el seguro del coche, la luz etc. Este ahorro hay que verlo como una inversión futura. Esto no tiene porque ser un plan de pensiones como tal, pues podemos utilizar otro método que nos genere ingresos pasivos extra, por ejemplo.
Determinar un producto financiero para guardar nuestro dinero. Todo depende de la edad, de nuestro ahorro mensual y de lo que estamos dispuestos a arriesgar para obtener un beneficio mayor. Una ventaja es la posibilidad de cambiar el producto a otro que te convenga más, ya sea por un cambio en los factores económicos influyentes o en tus prioridades. A mucha gente le cuesta empezar a ahorrar para la jubilación, sobretodo a los más jóvenes ya que piensan en un destino mejor para ese dinero y sobretodo un destino más a corto plazo. Pero lo cierto es que una planificación a tiempo de nuestros futuro, aunque sea muy poquito a poco, nos proporcionará una estabilidad económica que agradeceremos.
