Desde enero de 2025, los partícipes pueden rescatar aportaciones a planes de pensiones con más de 10 años de antigüedad

Un giro importante en los planes de pensiones

Si tienes un plan de pensiones y llevas tiempo preguntándote cuándo podrías tocar ese dinero sin necesidad de jubilarte, este cambio te interesa. Desde el 1 de enero de 2025, ya es posible rescatar las aportaciones realizadas hace más de 10 años, sin justificar ninguna causa concreta. Y esto, créeme, marca un antes y un después para quienes usan estos productos como herramienta de ahorro.

La norma no es nueva del todo. Se aprobó en 2015, pero no entraba en vigor hasta ahora. La idea era dar margen al sistema para adaptarse, y ese momento ha llegado. Si hiciste aportaciones a tu plan de pensiones antes del 31 de diciembre de 2014, puedes empezar a retirarlas ya. Y a partir de 2026, podrás hacer lo mismo con las de 2015. Y así irá sucediendo, año tras año, con cada aportación que cumpla esa década de antigüedad.

Este desbloqueo da más flexibilidad. Es una forma de premiar la paciencia del ahorrador que lleva años dejando su dinero quieto. Pero ojo, que la alegría puede ser a medias si no piensas en los impuestos.

Cuidado con el IRPF: Hacienda no perdona

Aquí viene la parte que conviene tener clara desde el principio. Aunque el rescate esté permitido, los importes retirados tributan como rendimiento del trabajo. Sí, como si fuera tu sueldo. Así que, si sacas una cantidad grande de golpe, eso puede subirte bastante el tipo impositivo y hacer que pagues más a Hacienda.

Por eso, antes de lanzarte a rescatar lo acumulado, lo más sensato es pararse a pensar cómo y cuándo hacerlo. Porque no es lo mismo sacar 10.000 euros en un año en el que apenas has tenido ingresos, que retirarlos justo cuando ya estás cobrando una pensión o tienes otra fuente de renta. En uno de los dos casos, el sablazo fiscal puede ser considerable.

Tienes tres formas de hacerlo:

  • En forma de capital, retirando todo de una vez. Si las aportaciones son anteriores a 2007, puedes aplicar una reducción del 40 % y pagar impuestos solo por el 60 % restante. Pero esa ventaja solo puede usarse una vez, y conviene hacerlo bien.
  • En forma de renta, cobrando mes a mes o con la periodicidad que decidas. Esta opción suele ser la más eficiente para no disparar tu base imponible.
  • Mixto, que no es otra cosa que combinar un primer cobro grande con el resto en pagos periódicos. Muy útil si tienes un gasto puntual y prefieres dejar el resto para más adelante.

Sea cual sea tu opción, piensa siempre en el largo plazo. Los planes de pensiones nacieron para ayudarte cuando ya no trabajes. Rescatarlos antes no está prohibido, pero conviene hacerlo con cabeza y con una estrategia detrás. Lo importante no es tener acceso al dinero, sino saber usarlo en el momento justo.