Si trabajas y estás pensando en cómo ahorrar para tu jubilación, seguramente te suene eso de los planes de pensiones individuales. Son los que más se han ofrecido en los últimos años, pero ahora los planes de pensiones de empleo han ganado peso. La diferencia no es pequeña, porque hablamos de pagar menos comisiones, aprovechar más ventajas fiscales y, en muchos casos, acumular más dinero a largo plazo.

Qué son los planes de empleo y por qué ahora importan más
Un plan de pensiones de empleo es el que se impulsa desde una empresa, un convenio colectivo o una asociación. No lo contratas tú de manera individual con tu banco, sino que formas parte de un grupo. Eso cambia bastante las reglas del juego.
Con la reforma de 2022 nacieron los llamados planes de pensiones de empleo simplificados (PPES), que han abierto la puerta a que pymes y autónomos puedan sumarse también. Además, el límite de aportación y deducción fiscal es mayor que el de los planes individuales. Mientras en estos últimos te quedabas en 1.500 euros al año, en los de empleo puedes llegar mucho más lejos si tu empresa también pone de su parte.
Otra ventaja es que las empresas tienen incentivos para crear y aportar a estos planes. Les supone deducciones en el Impuesto de Sociedades y beneficios en cotizaciones sociales, lo que ha animado a muchas a incorporarlos. Y lo mejor es que como trabajador te beneficia de manera directa.
Ventajas que hacen la diferencia
Lo interesante de los planes de empleo es cómo afectan a tu bolsillo en el día a día y al ahorro que acumularás en el futuro. Aquí están los puntos clave:
- Ventajas fiscales superiores: puedes deducir más en tu declaración de la renta, sobre todo si hay aportación conjunta con la empresa.
- Comisiones más bajas: al ser colectivos, los costes de gestión suelen ser mucho menores que en los planes individuales.
- Aportaciones compartidas: no dependes solo de lo que tú ingreses, la empresa también puede sumar.
- Mayor control y supervisión: hay comisiones de vigilancia en las que participan representantes de los trabajadores, lo que aporta transparencia.
- Acceso de autónomos y pymes: con los PPES, ya no es exclusivo de las grandes empresas, se abre también a quienes trabajan por cuenta propia.
La gran diferencia está en que un plan individual descansa totalmente sobre ti: aportas lo que puedes, pagas más comisiones y no tienes respaldo adicional. En cambio, en los planes de empleo hay incentivos fiscales más potentes, se reducen los costes y tienes la opción de sumar más capital gracias a las aportaciones compartidas.
Eso sí, no todos los trabajadores tienen la suerte de que su empresa lo ofrezca. Y aunque cada vez son más los sectores que lo incorporan, aún queda camino. Si tienes la oportunidad de acceder a uno, lo sensato es analizarlo bien y aprovecharlo, porque a largo plazo puede marcar una diferencia importante en tu jubilación.