Qué pasa con tus aportaciones al plan de pensiones si cambias de empleo o empresa

Cuando cambias de trabajo te preguntas muchas cosas, pero una suele aparecer tarde o temprano, qué pasa con el plan de pensiones en el que estabas aportando a través de tu empresa. Es fácil pensar que todo queda en pausa o que el dinero se bloquea para siempre, pero no funciona así. Lo que hayas acumulado es tuyo y sigue siéndolo, aunque dejes atrás a la empresa que promovía ese plan.

Lo primero que debes saber es que tus derechos consolidados no desaparecen. Eso significa que el capital aportado hasta ahora continúa en el plan, invertido según su política y creciendo o ajustándose según la evolución de los mercados. Aunque tu empresa ya no aporte y tú tampoco continúes haciéndolo, ese ahorro no se esfuma. Simplemente queda en un estado de “reposo”, a la espera de que llegue alguna de las contingencias que permiten recuperarlo, como la jubilación, el desempleo de larga duración o una enfermedad grave.

Cómo queda tu plan después de dejar la empresa

Cuando sales de una empresa que tenía un plan de empleo, lo habitual es que pases a ser lo que se llama un partícipe “suspendido”, sigues dentro del plan, pero sin nuevas aportaciones. Es una situación bastante común y, en la práctica, solo implica que tu dinero sigue moviéndose según la estrategia del plan, sin que tú tengas que hacer nada especial.

Aquí es importante que revises el reglamento del plan. No todos son iguales y algunos permiten traspasar tus derechos a un plan individual o a otro instrumento de previsión si dejas de trabajar en esa empresa. Otros no. Depende mucho de cómo se haya diseñado el plan y de las condiciones que firmaste al incorporarte. Si tu plan permite ese movimiento, puedes solicitar el traspaso desde el nuevo vehículo de ahorro, aportando la documentación necesaria para que gestionen el cambio.

Además, desde la reforma que permite rescatar aportaciones con más de diez años de antigüedad, tienes una herramienta más a tu alcance. A partir de 2025 podrás disponer, si lo necesitas, del dinero que aportaste diez años antes, junto con sus rendimientos. Esto no afecta directamente al hecho de cambiar de empresa, pero sí añade un grado de flexibilidad que antes no existía, sobre todo si te encuentras entre dos etapas laborales y quieres reorganizar tu ahorro.

Qué opciones tienes al cambiar de empleo

Si empiezas en una nueva empresa que ofrece su propio plan de pensiones, tus nuevas aportaciones irán a ese plan. El viejo queda donde está, a menos que lo puedas traspasar. Esto hace que, durante algunos años, puedas tener varios planes activos o semiactivos, algo que no es necesariamente un problema si sabes lo que tienes en cada uno.

Para verlo claro, quédate con esta referencia sencilla:

  1. Lo que ya has ahorrado en tu antiguo plan es siempre tuyo
  2. Puedes dejarlo en reposo, traspasarlo si el reglamento lo permite o seguir aportando en un nuevo plan de empleo
  3. Desde 2025 podrás rescatar aportaciones de más de diez años si lo necesitas.

En definitiva, cambiar de empresa no rompe tu ahorro para la jubilación. Simplemente abre un nuevo capítulo y te obliga a mirar un poco más de cerca cómo está estructurado tu plan, qué puedes mover, qué debes dejar quieto y qué alternativas te ofrece tu nuevo empleo. La clave está en no dejar tus aportaciones a la inercia, porque cada decisión cuenta para que tu ahorro crezca como debe y, sobre todo, para que no pierdas oportunidades por desconocimiento.