Una sentencia que sacude el sistema de pensiones
Pues sí, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) lo ha vuelto a hacer. Ha dicho alto y claro que el complemento por brecha de género en las pensiones, tal como está planteado hoy en España, sigue siendo discriminatorio. Y ojo, no es la primera vez que lo dice.

La medida, que se reformó en 2021 con la intención de hacerla más equitativa, permitía ya que los hombres también accedieran al complemento, siempre que pudieran acreditar un perjuicio profesional derivado de la crianza. Pero la clave está en el matiz: mientras que las madres lo reciben de forma automática, los padres tienen que demostrarlo. Y eso, según el TJUE, rompe con la igualdad.
Así que lo que parecía una corrección en línea con Europa… se ha quedado corta. Porque el tribunal europeo considera que el hecho de imponer más condiciones a los padres sigue generando una desventaja injustificada. O lo que es lo mismo, sigue habiendo una traba que no debería existir.
Qué implica esta decisión y por qué te afecta, aunque no lo creas
La sentencia no es menor. Se trata de un tirón de orejas jurídico que puede tener efectos directos sobre el bolsillo de muchas personas. Tanto de quienes ya lo están cobrando como de quienes lo reclamaron y se les denegó por no cumplir los requisitos más exigentes.
Y no, no se trata solo de tecnicismos legales. Aquí hablamos de cómo se reparte el dinero público, de qué se considera equitativo y de quién tiene derecho a qué cuando llega la jubilación. Lo que Europa está diciendo es que la maternidad y la paternidad no pueden tratarse con baremos distintos si se busca fomentar la corresponsabilidad.
El TJUE deja clara una cosa: si el Estado reconoce que la crianza tiene un impacto en la carrera profesional, ese reconocimiento debe ser igual para hombres y mujeres. No puede haber atajos ni automatismos para unas y obstáculos para otros. Porque eso, lejos de cerrar la brecha, la perpetúa desde otro ángulo.
Ahora bien, y esto es importante, el tribunal también avisa de que no hay que retirar lo ya concedido a las madres. Es decir, si tú ya lo estás cobrando, puedes estar tranquila. Pero si un padre lo pide en igualdad de condiciones, no debería tener que pasar por más filtros. Esa es la línea roja que ha marcado Europa.
¿Qué pasará a partir de ahora?
Pues toca esperar movimientos. Desde el Ministerio de Inclusión, por ahora, se limitan a decir que van a estudiar la sentencia con detalle. Pero es evidente que va a tocar replantear el diseño actual del complemento.
Y aquí entra otro tema sensible: ¿debe extenderse a todo el mundo por igual? ¿Hay que mantenerlo como herramienta para compensar las desigualdades reales que aún arrastran muchas mujeres? Desde UGT, por ejemplo, alertan de que generalizarlo podría vaciarlo de sentido y hacer que pierda su función de equidad.
Es un debate que va más allá de lo técnico. Tiene que ver con cómo entendemos hoy el reparto de responsabilidades dentro y fuera del hogar, con cómo el sistema reconoce los cuidados y con qué papel queremos que juegue la pensión como instrumento de justicia social.