Planes de pensiones y planes de jubilación: en qué se diferencian

Dentro de los productos financieros para la jubilación suele generar confusiones las figuras de los planes de pensiones y los planes de jubilación: dos productos diferentes entre ellos. 

diferencias entre planes de pensiones y fondos de pensiones

Todos los usuarios deberían ser conscientes sobre la importancia que tiene ahorrar de cara a la jubilación. Lo que muchos piensan es que, al ser algo que queda muy a largo plazo, hay tiempo de sobra para conseguirlo, y luego se enfrentan a la realidad.

Es por eso que los expertos consideran necesario complementar este tipo de ahorro con los hábitos financieros de los que ya disponemos, y cuánto antes mejor. Es un hecho que las nuevas generaciones de trabajadores cada vez lo van a tener más complicado para acceder a una pensión de estas características.

Plan de pensiones y plan de jubilación

Para empezar, la principal característica que comparten y que hace causar cierta confusión en los usuarios para poder distinguir entre ellos, es su objetivo; conseguir que la cantidad de dinero que ahorremos sirva para tener una buena vida una vez llega el momento de jubilarse.

Tras esta similitud lo siguiente que podemos destacar son las diferencias entre ambos planes, donde podemos comprobar que realmente no son tan parecidas como podemos llegar a creer en un primer momento. Por eso siempre conviene informarse al detalle sobre estos aspectos, ya que son claves en nuestro futuro, por lejano que lo podamos ver.

De hecho, la primera diferencia que queremos destacar es que un plan de jubilación es un producto de ahorro que se ha basado en un seguro, a diferencia del plan de pensiones, que es una herramienta financiera de ahorro colectivo.

Planes de Pensiones

En cuanto a la inversión, el plan de jubilación resulta muy atractivo para aquellos usuarios que tienen claro lo que quieren conseguir, ya que antes de firmarse el contrato ya se conoce el tipo de rentabilidad que se puede tener. Esto no ocurre en los planes de pensiones, que a pesar de no tener un nivel de riesgo demasiado alto, el tipo de resultados pueden ser muy diferentes entre sí, no son nada exactos. Además, hay que tener en cuenta que, al tratarse de un tipo de inversión enfocado a la renta variable, el riesgo va a ser mucho mayor.

La liquidez que ofrecen ambos productos tampoco es la misma. En el plan de pensiones, esta se encuentra restringida por una serie de contingencias. La principal de ellas es la jubilación, puesto que se supone que nos encontramos ante un producto que sólo se puede rescatar una vez nos hemos jubilado. Como ya se sabe, esta sólo es la teoría, ya que hay diversas causas por las que se puede anticipar: incapacidad o fallecimiento de la persona que lo contrata, por ejemplo.

Por el contrario, un plan de jubilación da la posibilidad al usuario de acceder a su dinero cuando le apetezca, siempre y cuando sea mediante las condiciones que se hayan pactado anteriormente. Aquí es importante recordar que las condiciones pueden venir acompañadas de costes extra o penalizaciones de algún tipo.

 En cuanto al tema fiscal, los planes de pensiones ofrecen un tipo de fiscalidad en diferido, algo que permite una desgravación anual muy atractiva para el usuario. No obstante, esta se encuentra limitada por la aportación máxima anual, que actualmente no supera los 8.000 euros.

Por su parte, el plan de jubilación, aunque que no dispone de ese beneficio fiscal del que hablábamos, también puede ofrecer ciertos beneficios fiscales en el momento del rescate para la jubilación. Algo importante para todos aquellos usuarios que van a recibir ese rescate en forma de renta vitalicia, concretamente.

 

 

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