La crisis económica provocada por la pandemia de Covid-19 ha complicado gravemente el desarrollo de las pensiones que la Seguridad Social ofrece a los usuarios.
Es por esta razón que el organismo pretende volver a subirlas modificando el IPC para que sea como en los últimos 3 o 4 años, antes de la llegada del coronavirus.
Las pensiones, gravemente afectadas por la pandemia
La Seguridad Social se arriesga y afirma que, para que se pueda dar una revalorización sobre las pensiones en un futuro, debe haber una media de inflación de por medio. Por lo tanto, en las fases de negociación con los agentes sociales, el organismo ha propuesto dos fórmulas fundamentales.
La primera de las fórmulas se basa en recuperar en realizar una media sobre los últimos cinco años, y la segunda apuesta directamente por hacer dicha media sobre los últimos tres años.
Siguiendo esta última fórmula propuesta, la revalorización de las pensiones se hará con la media de los últimos tres años anteriores, siendo en el caso de 2020 que solamente se aplicará el dato del IPC de enero a noviembre para obtener cierto nivel de revalorización sobre este complicado año.
En el caso de la primera fórmula, aquella que la Seguridad Social presentó ante sindicatos y patronales, es hacer la media de las pensiones sobre los últimos cinco años. En este caso, la fórmula se realizará teniendo en cuenta los cuatro años anteriores al que se va a realizar la revalorización, añadiendo un quinto año en el que se incluirá la previsión que de la inflación que el Ejecutivo crea conveniente para dicho año.
Se ha tratado de la fórmula más rechazada por las críticas, dado que cuenta con una previsión, un dato meramente ficticio. Cabe destacar que también se encuentra en negociaciones el hecho de si debe aplicarse el IPC medio anual, o el del cierre del año sin excepción.
A pesar de todos los intentos realizados por la Seguridad Social, la fórmula referente a las inflaciones reales tampoco logra convencer, siendo los sindicatos los que en más desacuerdo se encuentran. Esto se debe a que, si se realiza un cálculo con las inflaciones reales, debe incluirse también los IPC negativos, perjudicando el resultado final sobre el valor de las pensiones.
Si se realizara el cálculo teniendo en cuenta la fórmula plurianual que la Seguridad Social se encuentra proponiendo, las pensiones se van a revalorizar exactamente al mismo nivel que la inflación.
Esto tiene una contra importante, y es que las pensiones no tendrán en ningún caso la oportunidad de aumentar su revalorización por encima de la inflación, de modo que los usuarios que se beneficien de ella, no podrán obtener mayor poder adquisitivo.
Por otra parte, si se llegase a aplicar la fórmula de las medias anuales, la ventaja se encontraría en que no sería necesario hacer uso de un mecanismo con el que poder compensar la diferencia entre la cantidad abonada a principios de año y el comportamiento que pueda tener la inflación, algo que lleva haciéndose desde los últimos 7 años.
No obstante, esta opción abre un debate sobre si, en ese caso, los usuarios deberían ser quienes compensen al Estado por los momentos en que sus pensiones han superado a la inflación.
